Em 24 de fevereiro de 1895, ainda sob o calor dos insucessos da Guerra dos Dez Anos (1868 – 1878) e a Guerra Chiquita (1879 – 1880), o povo cubano se levanta em armas e, sob o comando de José Marti, Máximo Gomez e Antonio Maceo, O Grito de Baire anuncia ao mundo a independência de Cuba do império colonial espanhol.
A fogueira insurrecional se estende por toda província do Oriente. Em setembro, no município de Jimaguayú, Camaguey, uma Constituição foi proclamada e se criou um governo da nova república. As operações militares ficaram sob o comando Máximo Gómez e Antonio Maceo.
Foi criado um conselho de governo e quatro secretarias de Estado: Guerra, Interior, Fazenda e Relações Exteriores. Em 19 de maio caiu no campo de batalha o ideólogo e articulador do movimento libertador, José Martí, pelejando pela independência de Cuba como ele previra: “de cara al sol”.
“Nenhum daqueles obstáculos foi suficiente para deter o impulso independentista de nosso povo ou da parte de nosso povo que defendia aquelas ideias, lutando, inclusive, contra uma parte importante do povo que era espanhol ou estava sob sua influência.
Não havia passado muitos anos quando aquela luta se renova, quando aquele heroísmo e aquela cadeia de heroísmo se repete, levando, dessa forma, a guerra até ao outro extremo do país sem conseguir, porém, alcançar a plena independência de nossa pátria, devido à intervenção dos Estados Unidos”.
Fidel Castro.
El Grito de Baire.
El pasado 24 de febrero, estalló en Cuba el conflicto denominado “guerra necesaria”. A diferencia de los intentos anteriores, el protagonista de este movimiento insurgente fue el pueblo cubano guiados por José Martí, Máximo Gómez y Antonio Maceo, quienes expresaron la necesidad de la lucha por la independencia de la nación caribeña en el Manifiesto Montecristi, firmado el 25 de marzo luego del Grito de Baire, último episodio emancipador de las fuerzas cubanas contra el reducto español.
Es la primera vez que la nación se une por una misma lucha. Los ecos del estallido revolucionario se hicieron sentir de manera simultánea desde el Oriente, Matanzas, Bayate, Guatánamo, El Cobre, Ibarra y demás poblados. Tal como lo afirmaban los líderes de la rebelión: “…en la guerra que se ha reanudado en Cuba no ve la revolución las causas del júbilo que pudieran embargar al heroísmo irreflexivo, sino las responsabilidades que deben preocupar a los fundadores de pueblos”.
El 19 de mayo, el fervor revolucionario se vio duramente afectado tras la sorpresiva muerte de Martí en un enfrentamiento en la localidad de Dos Ríos, al sureste de Cuba. A pesar de su repentina partida, Martí dejó a sus compañeros de armas las líneas estratégicas para conducir a los “mambises” hasta la victoria.
“Mambises” es el nombre con el que se reconocía a los combatientes en los diversos episodios de la independencia cubana. En el mes de septiembre, los líderes se reunieron en la Asamblea de Jimaguayú con el propósito de redactar una nueva Constitución de la República de Armas. Luego del encuentro, se estableció la elección de un poder civil formado por un Consejo de Gobierno bajo la regencia de un Presidente, Vicepresidente y cuatro secretarios, además se determinó que el cuerpo legal estuviese vigente por dos años cuando se haría la convocatoria a otra asamblea, garantizando así la alternabilidad en el poder.
El “Grito de Baire” sentará las bases para la consolidación de la independencia del pueblo cubano, que en los albores de una nueva centuria, continúa sufriendo los males de ser una colonia del imperio español.
La Habana (Independência 200 — Ano 85, n.º 85, Venezuela 1895. Ano Bicentenário).
*Fernando Mousinho — Graduado em Sociologia e pós-graduado em Planejamento Energético para Desenvolvimento Sustentável pela Universidade de Brasília — UnB e Secretário do Grupo Parlamentar Brasil-Cuba no Congresso Nacional.